«Bienvenidos a "Cuarto Creciente" mortales, el programa de radio donde exploramos los misterios más intrigantes del mundo. Hoy, nos adentraremos en un enigma que ha dejado perpleja a toda una ciudad.
Vamos a ponernos en situación, Era una noche tranquila en el aeropuerto internacional de Madrid Barajas, Adolfo Suarez.
Nada podía presagiar los fatídicos acontecimientos que sucederían a posteriori.
El viento soplaba suavemente mientras el vuelo 237 iniciaba la senda de aproximación al aeropuerto para aterrizar después de un largo vuelo transatlántico desde Santiago de Chile. Un Airbus 340 de la aerolínea Iberia. Los 321 pasajeros, ansiosos por volver a casa, esperaban con impaciencia el momento de tocar tierra.
Finalmente, el avión descendió y suavemente tocó la pista.
Las luces de la terminal iluminaban el camino mientras los empleados del aeropuerto se preparaban para dar la bienvenida a los pasajeros. Todo parece rutinario hasta que los trabajadores de tierra abren las puertas y se encuentran con una escena un tanto perturbadora, no se oía bullicio alguno, ni tan siquiera un mínimo ruido. Un escalofrío entonces recorrió la espalda de todos.
Las ventanas del avión, aunque empañadas por la condensación, revelan un cielo nocturno oscuro y estrellado. Pero algo parece inusual: unas luces intermitentes y parpadeantes aparecen y desaparecen en el horizonte, iluminando la oscuridad de manera intermitente y creando una atmósfera sobrenatural.
A medida que te acercas, puedes ver las puertas del avión abiertas, revelando un pasillo vacío y silencioso en su interior.
La cabina del avión parece desolada, con los asientos ordenadamente alineados y las bandejas plegadas.
Los compartimentos superiores están cerrados, pero el equipaje de los pasajeros ha desaparecido sin dejar rastro.
La luz tenue del interior del avión resalta la ausencia de vida en cada rincón. Esta imagen te sumerge en un estado de asombro y te impulsa a adentrarte en el avión vacío junto con los servicios en tierra, en busca de respuestas que puedan revelar la verdad detrás de la desaparición del pasaje y la tripulación.
Al caminar por el pasillo, puedes sentir una extraña sensación de incomodidad y un escalofrío recorre tu espalda. Aunque no puedes verlas, sientes como si las sombras se movieran alrededor tuyo, jugando con tu percepción y alimentando la sensación de intriga.
En medio de este misterio, encuentras el teléfono móvil abandonado en uno de los asientos. Al examinar la pantalla, ves una grabación de video borrosa y distorsionada, donde se vislumbra la angustia y el temor en los ojos de su dueño mientras narra los eventos inexplicables que tuvo que presenciar.
Las autoridades aeroportuarias iniciaron una exhaustiva investigación, revisando meticulosamente las grabaciones de seguridad y realizando interrogatorios a todo el personal relacionado con el vuelo. Sin embargo, cada pista los llevaba a un callejón sin salida.
A medida que pasaban los días, el misterio solo se hacía más profundo.
El avión vacío permanecía en el aeropuerto como un recordatorio constante de un enigma sin respuesta. Las teorías continuaban proliferando, pero nadie podía ofrecer una explicación convincente a la desaparición de las 333 almas desaparecidas del vuelo IB 237. Las autoridades decidieron que ese vuelo nunca había llegado a destino para evitar el pánico callando la boca a los operarios y autoridades aeroportuarias. El aterrizaje del vuelo IB 237 nunca existió.
Sintoniza tu radio y prepárate para un viaje lleno de suspenso, intriga y asombro. "Cuarto Creciente" te llevará al borde de la realidad en busca de respuestas a estos enigmas y desapariciones.
Este Martes a partir de las 22:35, sólo en El Diván Radio.
¡Bienvenidos a bordo mortales!
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