Soñaba con ese momento, el estar tú y yo al fin a solas, con ese apetito voraz que sólo tienen los amantes primerizos. Sabía que te iba a devorar, así que empezaron mis ojos con el festín, Al principio, una mirada tímida de aperitivo sirvió para abrir aún más mi apetito. Mis ojos te devoraban y claro después de mi mirada, fueron mis labios. Empecé por acercarme a ti, comiéndote con mi mirada, acercándome a tu labios y dando el primer mordisco a esa manzana prohibida….. Empieza el festín con una bacanal de sabores, primero tus labios, luego tu cuello, alternando mordiscos y lametones bajándome cada vez, un poco más, mientras mis manos traviesas desabotonaban tu camisa dejando tu pecho al descubierto. Dos pequeños pezones llaman mi atención y mi apetito voraz por probarlos. Los lamo y juego con ellos, por sorpresa los muerdo, son todo míos. Ya, ya sé que con la comida no se juega, pero son tan apetecibles…. Sigo descendiendo…. Saboreando con mis ojos tu mirada, viendo que se acerca el momento de pasar al plato fuerte…. Lamo cada centímetro mientras desciendo poniéndome de rodillas enfrente de ti. Me encanta ese sabor a sexo de cada poro de tu piel, despacito, sin prisas, como un gourmet, disfrutando esa mezcla de sabores, cada matiz… Te bajo los pantalones dando un pequeño mordisco de prueba en tus muslos, ese olor de comida recién preparada me está volviendo aún más hambrienta de ti, de tu sexo… Tus boxers como por arte de magia han desaparecido dejando al descubierto un maravilloso rosbif al que hincarle el diente, miro a los ojos mientras con la lengua empiezo a saborear la puntita, me encanta su sabor, y entonces….
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