Cuándo la gente está carente de amor, cuándo no se quiere lo suficiente, cuándo no se cree merecedora de cosas bonitas, se vuelve un títere emocional.
Cuándo la gente no se respeta, vive con quien ya no quiere vivir.
Cuándo la gente no se quiere, permite que le levanten la voz.
Cuándo la gente no tiene dignidad, justifica un engaño.
Cuándo la gente no se ama, permite los golpes.
Cuándo la gente no respeta su cuerpo, termina por entregarlo a cualquiera.
Las personas carentes de amor propio, son personas que quizá desde pequeños han tenido el infortunio de no ser amados de la forma correcta, y es ahí cuándo llega el titiritero a hacer lo suyo, comienza a colocar habilidosamente sus hilos con cada vez que te da escasamente ese trato que te hubiese gustado recibir; y es cuándo sucede, te quedas ahí, de forma incondicional en espera de migajas de amor, no puedes ver que mereces más, porque simplemente no sabes lo que es "mas".
Una persona que vive en estado permanente de vulnerabilidad, se convierte en presa fácil de los titiriteros emocionales, que entre chantajes y palabras bonitas, disfrazan un maltrato psicológico, abusando de las carencias emocionales de estas personas, los mueven tal cuál títeres, bajo el argumento de "es por tu bien" , pero lo único que están haciendo bien es acabar con el poquito amor propio que pueda existir en su títere.
Llega a ser tan perfecta la habilidad de un titiritero emocional, que en lugar de verlo como lo que es, lo idolatras y lo admiras, tu inseguridad es su mejor aliada y te tendrán emocionalmente atada.
Ni siquiera en tus espasmos de lucidez, serás capaz de verlo como lo que es.
Eres tú la única persona que puede cortarle los hilos a la marioneta; cuándo sepas lo que vales y te convenzas que SÍ mereces un universo, de cosas bellas, nunca más volverás a permitir un trato de segunda.
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