Las buenas personas no llevan alas a la espalda ni polvos de hada en sus bolsillos. Suelen vestir una expresión preocupada en sus rostros porque quieren llegar a tiempo para hacer esto, para solucionar lo otro, para tomar un café con ese amigo y arrancarle las penas dibujándole esperanzas…
Nunca esperan nada a cambio ni ven en sus actos obligación alguna. En ocasiones, hay quien dice de ellos o ellas que son algo ingenuos, que dan demasiado de sí mismos y que cualquier día, les pagarán con una decepción.
V.S.
P.D. Las buenas personas se llevan como pago a su bondad muchas decepciones
Comments