Me regalé un amor que no espera nada a cambio y que me acepta tal y como soy.
Me regalé la paz que andaba buscando, esa que adormece todos los demonios que están escondidos en mi armario.
Me regalé la estabilidad emocional que necesitaba, esa que sabe distinguir lo que es saludable y lo que es dependencia.
Me regalé flores, no porque era mi cumpleaños, solo porque quería consentirme.
Me regalé enamorarme de mi cuerpo, de mi mente y de mi espíritu.
Lo que siempre pedía a los demás aprendí a regalármelo, sin esfuerzo y sin medidas.
Porque así lo quería
Porque así lo merezco
Me regalé el perdón para no seguir cargando el pasado en mi espalda.
Me regalé el amor propio que me faltaba y este ha sido el mejor regalo de todos.
¡Quién iba a pensar que lo más que me hacía falta,
yo misma me lo podía brindar!
Autora: Glory Miranda
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